La prefectura de Ibaraki, al noreste de Tokio, alberga verdes tierras de cultivo. Seki Masafumi nació allí. En el taller de teñido que regenta con su mujer Yuko, utilizan residuos agrícolas de la zona, como tallos y hojas de poda, para hacer el tinte. Los colores pueden ser impredecibles, pero eso forma parte del encanto. Además de reducir los residuos, el objetivo de su trabajo es promover la agricultura local, etiquetando siempre los productos con el origen exacto de las materias primas, con la esperanza de dar un impulso a los agricultores de Ibaraki.