Descrito en ocasiones como "ópera en solitario", el rokyoku fue una vez la forma de entretenimiento más popular de Japón, y sus principales artistas se contaban entre las personas más ricas del país. El rokyoku adquirió importancia a finales del siglo XIX, pero la llegada de la televisión provocó un rápido declive. Ahora, jóvenes intérpretes están revitalizando este arte de contar historias incorporando el inglés, la música rock y pop, e incluso la danza. Peter Barakan experimenta el rokyoku tanto en los estilos antiguos como en los nuevos. Y en Plus One, Kyle Card intenta hacer una representación él mismo.