A lo largo de la costa noreste de Japón, se ha construido un dique de 400 kilómetros para proteger a las personas que viven en la región propensa a futuras catástrofes causadas por tsunamis. En la comunidad costera de Shinhama, en la ciudad de Sendai, este dique ya se está transformando en una duna de arena, sobre la que comienzan a crecer plantas. Aunque el gran tsunami de 2011 arrasó esta zona, el entorno natural ha comenzado a recuperarse a una velocidad que ha sorprendido a los expertos. Visitamos Shinhama para conocer a los lugareños y descubrir por qué la naturaleza se ha recuperado con tanta fuerza en este lugar.