
Una de las cosas que más llaman la atención a los turistas en Japón son las estatuas "jizo". Son unas estatuas de piedra con la figura de un monje, a las que la gente les pone gorritos y baberos de color rojo tejidos a mano. Además de encontrarlos en muchos lugares como en los vecindarios, en los caminos o en las montañas, algunos templos, como el Zojoji en Tokio, tienen una zona destinada a ellos donde pueden apreciarse en gran cantidad, colocados en filas.
¿Qué son estas estatuas "jizo" y cuál es su función? Nuestra reportera Esther Molina nos lo cuenta en una nueva entrega de la serie "Mi Tokio".