
Trabajando como diseñadora arquitectónica después de la universidad, Kigami Natsuko pronto añadió "joyera" a la descripción de su trabajo. Utilizando objetos como azulejos despegados y otros residuos demasiado comunes en las obras de construcción, fabrica pendientes y otras joyas. Sus creaciones, sencillas pero elegantes, se han convertido en un éxito en Shibuya donde crea la moda, demostrando su creencia de que cualquier chatarra puede brillar de verdad.