La pesada carga de las bases estadounidenses en Okinawa, 50 años tras la devolución de la prefectura La pesada carga de las bases estadounidenses en Okinawa, 50 años tras la devolución de la prefectura
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La pesada carga de las bases estadounidenses en Okinawa, 50 años tras la devolución de la prefectura

    NHK World
    Correspondent
    Ha pasado medio siglo desde que Okinawa, entonces bajo control de Estados Unidos, fuera devuelta a Japón. Sin embargo, entre los residentes de las islas tropicales que la conforman sigue habiendo resentimiento por la continuada presencia militar estadounidense.

    El primer ministro japonés, Kishida Fumio, reconoció este hecho, que es el tema más polémico en relación con Okinawa, en un discurso en conmemoración del aniversario de la devolución de la prefectura a Japón.

    "Incluso 50 años tras la devolución de Okinawa, su pueblo soporta la considerable carga de albergar bases militares", dijo. "Es una cuestión que el Gobierno se toma muy en serio y seguiremos comprometidos a reducir esa carga".

    Japanese Prime Minister Kishida Fumio
    Durante una ceremonia celebrada en Ginowan el 15 de mayo de 2022, el primer ministro de Japón, Kishida Fumio, dijo que el Gobierno sigue comprometido a reducir la carga que representan para Okinawa las bases militares estadounidenses.

    La prefectura representa solo el 0,6 % de la superficie terrestre total de Japón, pero alberga el 70,3 % de las instalaciones militares estadounidenses en el país.

    El gobernador de Okinawa, Tamaki Denny, ha criticado abiertamente desde hace muchos años la desproporcionada carga que soporta Okinawa. En ocasión del aniversario, pronunció un discurso cerca de una de las bases.

    Manifestó: "Incluso 50 años después de la devolución de Okinawa a Japón, la prefectura todavía se ve obligada a soportar la excesiva carga de las bases militares, incluidos los accidentes, los delitos y los problemas del ruido y la contaminación ambiental".

    Okinawa Governor Tamaki Denny
    El 15 de mayo de 2022, en Ginowan, el gobernador de Okinawa, Tamaki Denny, instó al Gobierno central a abordar el problema de la excesiva cantidad de instalaciones militares estadounidenses en Okinawa.

    La Batalla de Okinawa y lo que vino después

    La Segunda Guerra Mundial cambió irrevocablemente a Okinawa.

    La Batalla de Okinawa de 1945 se cobró la vida de una cuarta parte de la población. El resto de Japón recuperó en 1952 su independencia tras la ocupación aliada de posguerra, pero Okinawa permaneció bajo control estadounidense por otras dos décadas.

    La prefectura sigue albergando la mayor parte de las bases estadounidenses en Japón, algunas de las cuales se construyeron demoliendo viviendas de los residentes locales.

    Estados Unidos se apropió de grandes terrenos pertenecientes a lugareños para construir bases en distintas partes de Okinawa. Esta imagen de 1945 muestra el acondicionamiento del terreno para construir una pista de aterrizaje de bombarderos B-29 Superfortress.

    Crece el resentimiento

    Cuando Okinawa fue devuelta a Japón en 1972, no se prestó oídos a las demandas de los residentes de que se retiraran las bases estadounidenses.

    A las preocupaciones en torno a la seguridad y la contaminación acústica se sumó la ira en 1995, cuando tres soldados estadounidenses violaron a una niña de la prefectura de 12 años de edad.

    El ataque encendió la indignación popular y se redoblaron los llamamientos a reducir la presencia militar estadounidense en Okinawa. Tras el incidente tuvo lugar una manifestación a la que asistieron unas 85.000 personas, según cifras difundidas por los organizadores.

    Miles de personas se reunieron en Ginowan el 21 de octubre de 1995 para protestar contra la presencia militar estadounidense. La manifestación tuvo lugar después de que tres soldados de una base estadounidense violaran a una niña.

    Un acuerdo renueva la indignación del pueblo

    Al año siguiente, los Gobiernos de Japón y Estados Unidos firmaron un acuerdo que disponía la devolución del terreno que ocupa la base aérea de Futenma de la Infantería de Marina de EE. UU., situado en una zona residencial.

    Sin embargo, el trato incluía una condición significativa. Los Gobiernos acordaron trasladar la base a Henoko, un distrito menos poblado de la ciudad de Nago, también en Okinawa.

    Esa decisión causó tal indignación que desde entonces se llevan a cabo, casi a diario, protestas cerca del sitio propuesto. El traslado aún no se ha efectuado.

    Estado actual de las bases estadounidenses

    La envergadura de las bases militares estadounidenses en Okinawa ha disminuido desde su devolución hace 50 años, pero la prefectura sigue albergando 31 instalaciones, con una superficie total mayor que la ciudad de Washington.

    Map: US Military Base in Okinawa

    En febrero y marzo, NHK llevó a cabo una encuesta a la población de Okinawa.

    Más del 80 % de los encuestados opinaron que está mal que la prefectura tenga que albergar una parte tan desproporcionada de las instalaciones militares estadounidenses en Japón.

    Graph: What do you think about 70% of US bases in Japan being located in Okinawa?

    Postura del Gobierno japonés

    Los líderes de Japón sostienen que la ubicación de Okinawa es vital para la seguridad nacional.

    Un informe del Ministerio de Defensa señala:

    "La presencia en Okinawa de fuerzas de EE. UU. capaces de ejecutar una amplia gama de misiones con alta movilidad y preparación, incluyendo su Infantería de Marina, garantiza aún más la eficacia de la alianza nipoestadounidense, aumenta el poder de disuasión y contribuye en gran medida no solo a la seguridad de Japón, sino también a la paz y la estabilidad de la región indopacífica".

    Sin embargo, el profesor Maedomari Hiromori, de la Universidad Internacional de Okinawa, afirma que tener tantas bases en una misma prefectura "no es más que discriminación".

    "Si el Gobierno japonés cree que las bases estadounidenses son necesarias por razones de seguridad nacional, el resto de Japón debería compartir la carga por igual", dice.

    Maedomari Hiromori of Okinawa International University
    Maedomari Hiromori, de la Universidad Internacional de Okinawa, afirma que tener tantas bases militares en una prefectura "no es más que discriminación".

    Hacia una economía autosustentable

    En la encuesta de NHK también se preguntó a las personas si la presencia de bases estadounidenses en Okinawa beneficia su vida diaria o su trabajo. Más del 70 % de quienes respondieron dijo que no.

    Graph: Are US bases in Okinawa useful for your job or personal life?

    Según funcionarios de la prefectura de Okinawa, los ingresos relacionados con las bases, tales como los salarios de las personas que trabajan en ellas y los alquileres que cobran los propietarios de los terrenos que ocupan, representan solo el 6 % de los ingresos brutos de la prefectura.

    El motor principal de la economía de Okinawa es el turismo, y Maedomari opina que la presencia de bases estadounidenses en Okinawa representa un obstáculo para esa industria.

    "Proporcionar terrenos para actividades económicas privadas es mucho más lucrativo que alquilarlos para el uso de bases militares”, afirma.

    "Esto se ve claramente al observar el uso de los terrenos de bases militares que fueron devueltos en Okinawa. En la prefectura se están construyendo hoteles de lujo".

    "El desarrollo económico de Okinawa está cobrando impulso. No obstante, las bases militares en áreas urbanas se interponen en el camino del crecimiento económico de la prefectura".

    "Según un cálculo, cada año se pierde en Okinawa un billón de yenes (7.900 millones de dólares) en ganancias potenciales debido a la presencia de las bases militares".

    Maedomari dice que el Gobierno debe cumplir su promesa de hacer crecer la economía de Okinawa y eliminar lo que él considera el "cepo" de la presencia militar.

    Como muchos otros en la prefectura, quiere que quienes viven en otras partes de Japón apoyen el llamamiento y piensen que las bases de Okinawa son un problema de todos.