Este lunes se cumplen seis meses tras un potente terremoto que sacudió la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, y áreas cercanas en el centro de Japón. Se cree que el número de muertes por causas relacionadas al desastre podría seguir aumentando.
Las autoridades han confirmado que el terremoto de magnitud 7,6 dejó 281 muertos y tres desaparecidos en la prefectura.
Entre los fallecidos se incluyen 52 personas que murieron tras enfermarse por causas posteriores al desastre, tales como la fatiga y el estrés.
Se teme que más gente muera a causa de estos factores ya que muchos residentes que perdieron sus viviendas en el terremoto no tienen otra opción más que vivir en hogares temporales u otros refugios.
Los expertos han solicitado a Gobiernos locales y grupos del sector privado que trabajen en conjunto para brindar a los evacuados apoyo meticuloso, tal como un monitoreo de su estilo de vida y servicios de cuidados.
Las autoridades estimaron que es necesario demoler 22.000 casas y edificios en las zonas afectadas por el terremoto y que los municipios locales deben retirar los escombros en lugar de sus propietarios. Sin embargo, solo se han completado los procedimientos para cerca del 4 %, unas 900 construcciones.
Los reparadores de viviendas también se enfrentan a una enorme acumulación de solicitudes para arreglar casas dañadas por el terremoto.