Presidente de Francia llega a Nueva Caledonia en un intento de apaciguar la situación

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llegó el jueves a Nueva Caledonia con la intención de calmar la situación en el territorio galo. Ya se cumplió una semana desde que estallaran los disturbios en el archipiélago debido a que los lugareños se oponen a una iniciativa de ley que el Parlamento francés aprobó para enmendar la Constitución.

El objetivo del borrador es cambiar las reglas electorales en Nueva Caledonia y permitir que voten quienes han vivido en el territorio por lo menos 10 años.

Los partidarios de la independencia expresaron su indignación, principalmente del pueblo originario canaco, que representa aproximadamente el 40 % de la población. Les preocupa que los votantes que favorecen a Francia debiliten su movimiento independentista.

Los disturbios se han saldado hasta ahora con seis muertos y han provocado la huida de extranjeros.

Macron declaró el estado de emergencia y envió 1.000 miembros de seguridad a unirse a los 1.700 que ya se hallan en Nueva Caledonia. Las autoridades francesas señalan que su prioridad es el restablecimiento del orden para permitir el diálogo con los líderes locales.

Nueva Caledonia es importante para la economía europea, ya que es uno de los principales centros de producción de níquel, clave en la fabricación de acero inoxidable, baterías y componentes electrónicos. Sin embargo, la competencia de China e Indonesia ha ejercido presión sobre el precio de las materias primas. La pérdida de empleos entre los mineros se ha venido a sumar al descontento de la población local.

Los líderes franceses también consideran que el territorio es fundamental en su estrategia indopacífica. Durante años han apostado soldados para mantener su presencia en la región.