Un grupo sin ánimo de lucro de Tokio afirma que cada vez son más las mujeres que realizan consultas sobre problemas con los “host club”, o clubes de alterne, que ofrecen entretenimiento con acompañantes masculinos llamados “host”. Al parecer, a algunas de estas mujeres se les cobran facturas enormes y se las obliga a trabajar en la industria del sexo para saldar sus deudas.
El grupo ofrece asesoramiento a las mujeres que han caído en mora con los clubes de alterne del barrio nocturno de Kabukicho, en Tokio. Los "host" suelen hacerse cargo temporalmente de las facturas de las mujeres mediante un plan de pago posterior.
El grupo dice que ha ofrecido más de 200 consultas, en su mayoría a mujeres de entre 15 y 20 años, o a sus familias, durante los últimos cuatro meses, sobre todo en septiembre y octubre, después de las vacaciones de verano.
Señala que un número significativo de los casos se refieren a estudiantes que han empezado este año su vida universitaria en Tokio. También dice que, al parecer, un mayor número de mujeres jóvenes acuden a estos clubes tras la reciente relajación de las medidas contra el coronavirus en Japón.
Según el grupo, algunas mujeres han recibido una factura de casi un millón de yenes, unos 6.700 dólares, por una noche y han sido presionadas para prostituirse o para trabajar en la industria del sexo, de forma legal, con el fin de pagar su deuda.
El líder del grupo, Gen Hidemori, cita casos maliciosos en los que los “host” contactan con mujeres a través de las redes sociales y las invitan a acudir a sus clubes con la promesa de cobrarles una entrada barata. Según él, después los “host” animan a sus clientas a seguir gastando.
La Policía de Tokio ha advertido a los clubes de alterne del barrio de Kabukicho que los métodos de cobro de deudas por la fuerza, incluida la prostitución, son ilegales.