Un nuevo análisis de un grupo de investigación de ciencias del clima muestra que las emisiones de dióxido de carbono de China disminuirán el próximo año.
El país emite ahora más CO2 que cualquier otro, pero ha desarrollado con celeridad energías limpias, como la eólica y la solar.
El grupo Carbon Brief, con sede en el Reino Unido, analizó cifras oficiales y datos comerciales y comprobó que China ha instalado una cantidad récord de infraestructura energética baja en carbono.
Su crecimiento en energía solar es especialmente sorprendente. Se espera que el país agregue unos 210 gigavatios solo este año, lo que representa el doble de la capacidad total de la energía solar en Estados Unidos.
También se prevé que la generación hidroeléctrica experimente una recuperación, después de haber caído a niveles sin precedentes debido a la sequía del año pasado y la falta de lluvias de este año.
Carbon Brief afirma que, por primera vez, se considera que la expansión de la energía baja en carbono de China supera el aumento anual medio de su demanda de electricidad.
Sin embargo, el informe refleja que el país sigue dependiendo en gran medida del carbón y que reducirlo es clave para su descarbonización.