Los médicos de la Franja de Gaza han alertado de que los recién nacidos y otros pacientes están muriendo en el hospital más grande del enclave debido a la falta de electricidad y suministros médicos.
Mientras tanto, Israel continúa con sus ataques. Aduce que el grupo Hamás está utilizando los hospitales, entre otras instalaciones, para ocultar un importante centro de mando.
La agencia de noticias Reuters obtuvo fotografías de recién nacidos en el hospital de Al Shifa. Al parecer, los habían sacado de las incubadoras después de un corte del suministro eléctrico. Informó de que los bebés fueron colocados en una cama con aire acondicionado que les proporcionaba calor, pero que los médicos están preocupados de que las condiciones les causen algún tipo de infección, como la septicemia.
El hospital afirma que seis recién nacidos y nueve pacientes han fallecido.
La Organización Mundial de la Salud señala que Al Shifa lleva desde el domingo sin electricidad ni agua y que ya no puede prestar servicio.
El Ejército israelí afirma que el sábado dejó 300 litros de combustible en la entrada del hospital, pero que Hamás impidió la entrega.
El director del centro, Muhammad Abu Salmiya, declaró a Al Jazeera que el suministro no habría sido suficiente. Manifestó: "Utilizamos entre 8.000 y 10.000 litros de combustible en 24 horas. Los 300 litros propuestos proporcionarían energía para hacer funcionar los generadores tan solo 30 minutos".
Las autoridades sanitarias locales advierten que la vida de unos 650 pacientes del hospital está en riesgo, así como la de las 1.500 personas que se refugian allí.