La autoridad sanitaria gazatí informó el domingo que 12 pacientes habían muerto en el hospital de Al Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, debido a la falta de electricidad y suministros médicos.
Además, señaló que muchos heridos fallecen antes de llegar al centro hospitalario, dado que las vías de acceso están cortadas por los enfrentamientos. Asimismo, según los informes, no se ha podido dar sepultura a un centenar de cadáveres. Otro funcionario de Gaza dijo que unos 1.500 habitantes refugiados en el hospital corren el riesgo de quedar atrapados por los combates.
El Ejército israelí, por su parte, sostiene que debajo del centro médico hay un importante puesto de mando del grupo islámico Hamás. Además, informó que el sábado había dejado 300 litros de combustible para atención de emergencia en la entrada del hospital, pero dijo que Hamás había impedido que la ayuda llegara al personal médico.
Las fuerzas israelíes dicen que instaron a sanitarios, pacientes y refugiados a que desalojen el hospital. En un audio hecho público de una conversación telefónica el sábado entre un responsable del centro médico y un coordinador del Ejército israelí, este dice que en la zona del ala este del hospital no hay tropas y que se trata de una salida segura.
Por otro lado, el Ejército israelí subrayó que, a fin de permitir la evacuación de civiles, desde el miércoles había hecho pausas de cuatro horas en los combates en ocho lugares, incluido el campo de refugiados de Jabalia. Esto se interpreta como un intento de mostrar los esfuerzos por reducir las víctimas civiles ante las crecientes críticas de la comunidad internacional.
Mientras tanto, las autoridades de Gaza informan que el número de muertos asciende a 11.180 y que al menos hay 3.250 desaparecidos, muchos de ellos posiblemente atrapados bajo los escombros. Israel da una cifra de al menos 1.200 fallecidos, entre las víctimas de los ataques de Hamás en el país y los 361 soldados caídos, y de unos 240 rehenes llevados a Gaza.