La princesa Kako de Japón, de viaje por Perú, visitó la antigua ciudad inca de Machu Picchu.
La segunda hija del príncipe heredero y la princesa Akishino realizó un viaje en tren de tres horas y media desde Cusco y llegó el sábado por la tarde al sitio inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Después de caminar alrededor de dos horas por entre las ruinas en una montaña a unos 2.400 metros de altitud, la princesa dijo que el paisaje le había parecido espectacular. Agregó que, si bien lo había visto en fotografías, tenerlo frente a sus ojos le había hecho notar su absoluta magnificencia. También observó las ruinas de un templo construido con grandes rocas que empalman a la perfección entre sí.
Más tarde, al pie de la montaña, acudió al ayuntamiento de Machupicchu Pueblo, también conocido como Aguas Calientes, donde la recibió el alcalde.
Nouchi Yokichi, un inmigrante japonés que nació en lo que hoy es la aldea de Otama, en la prefectura de Fukushima, se convirtió en el primer alcalde de la comunidad en 1948. Emigró en 1917 y fue nombrado líder comunitario en reconocimiento a sus diversos logros. Posteriormente llegó a alcalde.
Haciendo referencia a Otama y a Machupicchu, que firmaron un convenio de hermanamiento en 1915, la princesa dijo que le encantaría que continúen los intercambios y la cooperación en diversos ámbitos.
El domingo, la princesa visitó una zona arqueológica en Cusco y asistió a una ceremonia de bienvenida.